la habitación tiene 6 camas, un baño y una cocina inútil porque está prohibido subir comida. mis compañeros son dos típicos italianos casanovas -con un pésimo gusto para vestir y con gran afición a pasearse con sus boxers CK marcapaquete-, un enorme vikingo de pelo corto y larga barba albina que gruñe en vez de hablar, y una joven pareja de londinenses, alex y christina.
los ingleses acaban de terminar el instituto y se han regalado un año sabático antes de empezar sus estudios de arquitectura. llevan 6 meses viajando por el mundo, y han visitado todo el sur de asia, desde la india a las islas filipinas. alex es capaz de recitarme de memoria todos los sitios que han visitado, pero christina apenas recuerda unos cuantos, o eso dice con sus gestos. su última parada es precisamente nueva york. christina se jacta de que fue idea suya terminar en nueva york porque de esa manera puede pasarse tres días yendo de compras. piensa arrasar la apple store. salta a la vista que tienen pasta.
la conversación transcurre mientras alex no deja de jugar al mario kart en la nintendo ds.
-¿quieres jugar una partida? -dice alex sin levantar la vista.
-yo juego a veces en la wii, pero en ds no controlo. creo que paso.
-se pasa el día así -me dice christina con un suspiro de resignación.
les cuento mi plan y les pido algún consejo. alex me aconseja que tenga preparados los visados de todos los países que voy a visitar, sobre todo en asia. ambos hablan al mismo tiempo, y me cuesta mucho entenderles porque lo hacen muy rápido. me cuentan que tuvieron que pasar cinco días esperando para el visado de corea del sur. yo no llevo visado para corea del sur, porque pienso que no es necesario. quizás sea diferente para ciudadanos españoles que para ciudadanos británicos.
mientras hablamos, dolce y gabbana no dejan de gritar. ambos son el estereotipo de turista italiano cuyo principal objetivo es follarse a cuantas más mejor. no es un mal objetivo, desde luego. hace más de media hora que he llegado y aún no han desocupado el baño. entran y salen sin parar, intercambiándose potingues y ropa. se estan preparando para quemar nueva york. más tarde, cuando al fin pude entrar en el baño conté hasta seís cuchillas de depilación diferentes y una docena de cremas.
el vikingo no hace nada. se limita a estar tumbado en la cama y atender la conversación, aunque dudo que entienda nada. tiene los ojos inyectados en sangre, y su mirada contrasta con su sonrisa. son como dos piezas de un puzzle que, a pesar de no encajar, se han forzado para que queden una junto a la otra. de repente me llega el convencimiento de que el vikingo intentará matarme esa misma noche. más tarde ese disparate haría que me desperatara sobresaltado cada cinco minutos. no me culpen; un cerebro cansado tiene esas cosas, al menos mi cerebro cansado. la razón no sirve de mucho en estos casos. sólo el descanso sirve. ahora, mientras escribo estoy bien. he logrado dormir 6 horas seguidas, y algunas cabezadas sueltas, que también aportan. por suerte, ahora puedo decir que me equivocaba: el vikingo no intentó matarme, aunque estoy seguro de que se le pasó por la cabeza.
he pasado la noche durmiendo entre cables. puse a cargar el ordenador, las baterías de las cámaras de foto y vídeo y el reproductor de mp3.
esta mañana temprano ha ido a dar una vuelta por el hostel. el ambientes es excelente, lleno de gente joven y guapa de todos los países. la recepción hace las veces de sala para wi-fi y desayunos. un grafiti anuncia que de lunes a viernes el desyuno es gratis. hoy es sábado, pero el muchacho que hace de recepcionista me ha dicho que no tengo que pagar el café, que invita la casa. a la derecha de la recepción hay montada una sala de juegos. una mesa de ping-pong en la que juegan dos policías, una mesa de billar y algunas mesas con barajas de cartas, monopolis y trivials. al fondo de la sala, un sofá de cuero negro y una estantería con libros. "coge uno, deja uno". echo un vistazo, para comprobar que casi todos los libros son bestsellers en inglés, nada interesante. una guía de nueva york en chino y finalmente una obra maestra de la literatura en castellano: rayuela de julio cortázar. lo cojo inmediatamente. perdí mi libro en el aeropuerto de málaga y me encontraba huérfano de lectura. rayuela es perfecta para llenar ese hueco. "coge uno, deja uno". esta tarde compraré cualquier un libro en cualquier librería y lo dejaré aquí. me siento en el sofá unos segundos mientras recuerdo la época de la universidad en que me dio por leer literatura sudamericana. leí algunas cosas de cortázar, sobre todo cuentos, pero por suerte nunca le hinqué el diente a rayuela.bajando unas escaleras llego a un semisótano donde se encuentran la cocina y la sala de televisión. la sala de televisión es un cuarto de paredes de espejo que hacen que parezca mucho más grande de lo que en realidad es. el suelo está forrado de alfombras de colores y salteado de cojines y pufs. tres enormes televisores de plasma centran toda la atención de una par de muchachas que ni siquiera me miran cuando las saludo. afuera, un cartel recuerda que no es la sala de dormir, sino la sala de televisión. pienso que si alguna vez tuviera que organizar una orgía, elegiría una habitación como esa: espejos, alfombras, cojines y televisores de plasma, es perfecto.
aunque a primera vista pueda dar la impresión de caos, la cocina está prefectamente limpia y ordenada. una enorme estantería con forma de colmena está llena de bolsas y cajas de todos los colores. a su lado, un frigorífico gris de dos puertas en el que no cabe ni un cartón de leche. en una de las puertas, una bolsa llena de etiquetas adhesivas y un cartel que amenaza, en españo y en inglés, con que cualquier alimento que no esté etiquetado con el nombre del dueño y la fecha será fulminantemente ajusticiado. en el centro de la cocina, una encimera con dos fregaderos, dos escurreplatos llenos de cacharros limpios y secos y un microondas. en la esquina, un horno y sobre él, cuatro fogones de gas. por su aspecto se diría que hace tiempo que nadie los usa.
martes, 16 de junio de 2009
l-hostel
Publicado por
Torrance
en
21:05
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7 comentarios:
¿Alex y Cristina?
Esto empieza a confirmar que te lo estás inventando todo desde el jacuzzi.
Espero que los próximos que te encuentres no sean Víctor y Ana.
Sácame del Hostel ese y vamos a ver mundo.
Un beso.
Que buena pinta ese Hostel, no se si hay en España cosas así. Es un buen negocio, lo apuntaré por si..........
Veo Pedro que lo estás pasando genial, cosa que me alegra y me enorgullece un montón. En cuanto al Vikingo, más que matarte yo diría que quería encularte ;)
Pedro, una habitación de hotel o el camarote de los marx?? Magnífica la descripción de los personajes. Los echaré de menos el resto del relato... o se van contigo??
INCREIBLE INCREIBLE INCREIBLE INCREIBLE INCRIBLE INCREIBLE
Acabo de ir al centro hacer unos recaos de la tienda, y como tenia que pasar junto a la libreria Luces que hay en la Alameda pues entrado y me he comprado EL MISMO LIBRO QUE TU PILLASTES AYER.
ME HE COMPRADO RAYUELA DE JULIO CORTAZA.
Y sabes porque lo he comprado?????
Porque he recordado la conversacion que tuvimos hace unos meses en la Plaza Marques del Vado (
¿Has probado a abrir la puerta del reloj a péndulo del piso inferior?, seguro que te lleva al laboratorio secreto, donde podrás encontrar la llave inglesa que permite abrir el capó del coche abandonado en el aparcamiento que a su vez....
¡MOLA ESTA AVENTURA GRÁFICA!
Yo creo sinceramente, que el vikingo tenía en mente aniquilar a los italianos... 2 maricones pseudo metrosexuales...
Alex y christina son legales... hasta te ofrecio prestarte la DS... eso es mu grande tio, es más que prestar un canuto, o invitarte a cañas...
Por cierto, en la nevera que sale en la foto, ten por seguro que hay una gran bolsa, con los dos italianuchos descuartizados, mira bien la etiqueta, no vaya el vikingo cabrón a poner tu nombre en la etiqueta, y cargarte los muertos a tí....
A ver si pones algún detalle más, que no has dicho si la Nintendo era DS clásica, si era modelo Lite o DSi, ni el color ni nada...
¡Así no hay quien siga la historia, hombre!
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