jueves, 18 de junio de 2009

miriam

me despierto muy temprano, son las seis de la mañana. tengo la sensación de no haber dormido casi nada, porque recuerdo todo lo que ha ocurrido durante la noche. recuerdo oir llegar a dolce y gabbana dando gritos, y contar cada una de las veces que entraron al baño antes de irse a la cama. recuerdo cómo christina despertaba a alex para pedirle que bajara a por una botella de agua, que tenía sed, y recuerdo como álex le respondía con amabilidad que si quería agua que moviera su propio culo. también recuerdo sirenas y luces azules y rojas. no pasaban más de 10 minutos sin que se oyera a un coche de la policía pasar a toda velocidad. recuerdo salir por la ventana que queda a la altura de mi cama, y acomodarme en la escalera de incendios a mirar la calle. recuerdo el calor y voces negras infestadas de "fuckings" y de "niggers" que llegan de abajo. en las escaleras de acceso al portal de al lado están apostados cinco negros que beben de botellas ocultas en bolsas de papel marrón. tienen un reproductor de cds donde suena música funk ("they're the renegade of rap"). me siento como en una película de spike lee.

bajo a la tienda de la esquina a comprar unos cerales y leche para desayunar. los negros aún siguen bebiendo. paso entre ellos dándome aires de duro. no quiero que piensen que soy un europeo de fino culito blanco y manos blandas, así que endurezco el gesto y doy a mis pasos una cadencia que denote seguridad. quiero dar la impresión de ser capaz de matar a un hombre con mis propias manos. una vez en la tienda me relajo. charlo un momento con el dependiente -que es mejicano-, agarro mis cereales, leche y algo de fruta y vuelvo al hostel. suerte que la bolsa es negra y no puede verse mi compra. no puedo permitirme que los chicos del barrio sepan que un tipo duro como yo bebe leche caliente por las mañanas.

después de desayunar subo a la sala wi-fi. quiero revisar el correo y escribir un rato. aún no son ni las 8 de la mañana, pero ya hay bastante gente. me dirijo a sentarme en un sitio libre y paso por detrás de una chica que se toma un café mientras consulta un plano de manhattan. me excuso al pasar por su espalda, y ella piensa que le estoy pidiendo permiso para sentarme a su lado, por lo que empieza a apartar sus cosas de la mesa para dejarme un hueco. aprovecho la confusión y me siento junto a ella, cuidando de que pareciera que esa había sido mi intención desde el principio. nos presentamos y damos juntos los primeros pasos que se dan en este tipo de conversaciones. miriam es alemana y está en nueva york visitando a unos amigos. me cuenta que hace siete años, en la zona de fumadores de una estación de tren, conoció a un grupo de estudiantes de texas, y que desde entonces todos los años viaja al menos una vez a estados unidos. "cada año voy a texas, pero antes aprovecho para visitar alguna otra ciudad. el año pasado fue las vegas, y este año toca nueva york", me explica con orgullo de quien ha tenido una gran idea que a nadie se le había ocurrido antes. yo le cuento que soy de málaga.


-yo, como todos los alemanes, yo veraneaba en torre del mar de pequeñita. me gusta españa.
-a mi también.
-aunque he de decir que odio a iberia.
-yo sólo he volado una vez con iberia y me dieron un bocadillo de queso que estaba muy rico. incluso me dejaron repetir. me comí dos estupendos bocadillos de queso mientras volaba a valencia.

miriam trabaja en un aeropuerto, y odia a iberia porque son muy informales. me cuenta que su compañero de trabajo, cada vez que se las tiene que ver con iberia se pone a gritar: "iberia es una mierda". esto último lo dice varias veces, en español y entre carcajadas.

-vaya, ¿sabes hablar español?
-sólo sé decir "iberia es una mierda".

ahora me toca a mi contarle mi historia. estoy inspirado, así que le suelto el rollo de que quiero ser escritor. le cuento que estoy cansado de mi rutinario trabajo sentado delante de un ordenador, y que quierdo darle un giro a mi vida, retomar el viejo sueño de ganarme la vida escribiendo. le digo que quiero hacer un viaje a través de los cinco continentes para acumular las suficientes experiencias como para poder escribir y publicar un libro, esperando que eso pueda cambiar el rumbo de esta vida prestada que llevo.

-precisamente estaba a punto de escribir unas notas -le digo con cierto desinterés forzado.
-¡qué mono es tu ordenador!
-gracias, es perfecto para escribir.
-¿sabes? eres distinto al resto de gente que suelo conocer en los viajes. casi todos viajan para comer, beber y follar, pero tú viajas para escribir.
- ya, bueno. no todos somos iguales -le digo mientras me la imagino apoyada boca abajo contra la mesa, arañando la superficie con sus largas uñas de color azul turquesa, mientras yo estoy detrás subiéndole la falda y arrancándole las bragas con la brutalidad de un cromagnon sin que ella oponga la más mínima resistencia.
-vayamos a tomarnos un café con donuts. ¿qué dices? por aquí cerca hay un dunkin' donuts -dice mirándome a los ojos.
-acepto, pero solo si me prometes que vas a proporcionarme una experiencia sobre la que merezca la pena escribir. ya sabes.

afuera el cielo es blanco.

9 comentarios:

Bachiller dijo...

Esto se planteaba como novela de viajes, a las primeras de cambio se tornó en novela de aventuras y veremos a ver si no acaba en festival erotico-festivo... lo que molaría tanto o más que lo anterior.

Pero, ¡cuidado con las pelandruscas! que te ha puesto los dientes largo nada más verte el ordenador ¡a saber cuáles son sus intenciones reales!

Bachiller dijo...

PD: Imagínate si lo que quiere es programar :P

Juan Mancera dijo...

Lo que hay que decir para poder tirarte a una alemana, escritor, jejejeje.

Que bueno, eres mi ídolo

Anónimo dijo...

Demasiado perfecto para ser verdad, es como en las películas, lo suya seria una prueba gráfica de la Alemana.

Julia dijo...

Sigo pensando que te lo estás inventando todo. Menos mal que la muchacha era alemana y no sueca, que hubiese sido más típico todavía.

Sergio dijo...

Antes que lo diga Fali, me adelanto yo:

"TIRATE EMILIO, TIRATELA"

Y esto ya es de mi cosecha, no te vayas a enamorar en este viaje, te recomiendo que solo pienses con el viae.

Biyorl dijo...

Aunque Sergio me haya robado lo evidente, todavía queda algo que parece mentira que no haya salio ya...que digo yo,la Miriam ésta, ¿ESTÁ BUENA O QUÉ?.
Buf...ya estoy mas tranquilo.
Por cierto, un poco del palique pa describirla joer. Yo me la imagino rubiastra, con ojos marrones, alta, con un par de peras del 15...y con sandalias con calcetines incorporados.
Eso es asín.

Palante, siempre palante.

Sergio dijo...

Yo me la imagino igualita que Fali, pero con coletas, gafasy pelos debajo de los brazos, debajo de la nariz y del ombligo.....

Javier Ortiz dijo...

Falta la segunda parte del relato... cuando en el dunkin' donuts él se acerca a ella con intención de besarla, y ella le confiensa que "solo lo vé como un amigo"... pero que pueden ser amigos para toda la vida....

Y se vuelve al hostel con el tello inflamado durante un buen rato... y gritando "Alemania es una mierda".

Publicar un comentario